Entrevista a Reyes García Burdeus

Esta es la primera edición en español del Diario de Gueorgui Efrón. Todo un acontecimiento para el conocimiento de una época y de una gran escritora rusa: Marina Tsvietáieva. ¿Qué tiene que decir la traductora?

Es realmente una gran satisfacción ver publicado el Diario. Efectivamente, el interés del mismo reside en que sigue día a día la vida de Tsvietáieva en la URSS. En esta edición presentamos las páginas correspondientes al periodo comprendido desde el 1 de enero hasta el 5 de septiembre de 1941, el fatídico día en que Tsvietáieva se quitó la vida. Todos esos meses, desde los primeros días del diario hasta su trágico final, Marina y su hijo estuvieron juntos. Con la presente publicación los lectores de habla hispana podrán comprobar con detalle, aquello que, quizás, ya conocían por la correspondencia y por los escritos de la autora. Su lectura también nos aporta una valiosa información acerca del ambiente cultural que se respiraba en el año 41 en Moscú, una ciudad que se encontraba bajo el terror de Stalin y en plena Segunda Guerra Mundial.

El Diario de Guorgui Efrón acaba de publicarse en Francia. Nos hemos adelantado en España con esta edición de Uno y Cero Ediciones. Además, la traducción la has hecho directamente del ruso, lo que, desde luego, tiene un gran valor, respecto a otras traducciones que puedan hacerse posteriormente del francés ¿no crees?

Es cierto, en Francia se publicó el pasado mes de octubre. Normalmente, aquí se tarda mucho más que en Francia en publicar la obra de Tsvietáieva, o todo cuanto a ella hace referencia, porque vivió mucho tiempo en París, escribía también en francés y allí hace mucho tiempo que es una escritora reconocida y venerada, algo que, hasta ahora, no ocurría en España. Pero, en esta ocasión, Uno y Cero Ediciones lo ha sacado a la luz casi al mismo tiempo que en el país vecino.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, sí, tienes razón, la traducción se ha hecho a partir del texto en versión original, del ruso al español y del francés, las páginas del diario que el autor escribió en esa lengua, al español. En ese sentido la traducción francesa, ha jugado con ventaja, ya que, las páginas que Gueorgui Efrón escribió en francés, evidentemente, en la versión francesa no han necesitado ser traducidas. Afortunadamente, cada vez se ven menos traducciones de obras que han sido traducidas del ruso al francés y luego de éste idioma directamente al español, pero, por desgracia, todavía ocurre con algunas obras como, por ejemplo, con las memorias de la hija de Tsvietáieva, Ariadna Efrón, que han sido traducidas al español a partir de la traducción francesa y no del original ruso.

¿Cómo llegó a tus manos este Diario? Uno y Cero Ediciones tiene la intención de publicarlo hasta el final, dada su relevancia. ¿Cómo es la vida de Gueorgui cuando su madre se suicida?

Fue mi buen amigo Lev Abrámovich Mnujin, quien me regaló el Diario nada más salir a la luz, en el año 2004. Es un investigador incansable de la obra y la vida de Tsvietáieva (premio Nacional de Literatura el pasado año, en Rusia, por la recopilación y publicación de las cartas inéditas de la escritora). A él le debo el poder conseguir todas las publicaciones relevantes que salen a la luz sobre la obra o la vida de la autora. Nos solemos ver una o dos veces al año bien en Moscú, bien en París y siempre me hace regalos de un valor incalculable.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, tras la muerte de su madre, la vida de Gueorgui se convirtió en un verdadero infierno, sobre todo el último año, 1943, cuando se encontraba en Tashkent, adonde fue evacuado. Carecía de recursos económicos y además, el fantasma del hambre lo invadía todo, era una constante lucha por la supervivencia, pero aun así seguía escribiendo y leyendo buena literatura y también continuaba interesado por la situación política mundial.

A Gueorgui Efrón, un muchacho de dieciséis años, que murió en la guerra, tres años más tarde, en su primer combate, y que estuvo escribiendo su diario hasta el final, no le gustaría ser recordado sólo como el hijo de Marina Tvietáieva, supongo. ¿Crees que el Diario tiene valor en sí mismo?

Por supuesto, estoy segura de que si el lector ignorara que el autor del Diario era hijo de esta gran escritora, igualmente quedaría cautivado por su personalidad, por su modo de relatar los acontecimientos, por sus profundas reflexiones, por su gran inteligencia y por su afán en alcanzar la felicidad, esa felicidad que nunca tuvo. Estoy convencida de que, tras la lectura del Diario, el lector lo recordará por su nombre: Gueorgui Efrón y no únicamente por ser el hijo de Marina Tsvietáieva.

Realmente, la inteligencia de Gueorgui, su formación literaria y su agudeza como observador de la política y de la historia que le tocó vivir, son asombrosas. Este Diario, por la información relevante que da, está a la altura del Diario de Ana Frank. ¿Estás de acuerdo?

Sí, estoy totalmente de acuerdo, ambos fueron dos jóvenes, prácticamente unos niños, extraordinariamente maduros para su edad. Las dos historias son muy distintas, pero ambas tienen como fondo La Segunda Guerra Mundial, también les une el hecho de la profunda soledad que ambos experimentaron, así como la incomprensión por parte de sus respectivas madres. Ambos diarios son documentos valiosísimos y relatan historias conmovedoras.

Has traducido a Marina Tsvietaieva. ¿Qué opinas del estilo de su hijo?

El estilo de Tsvietáieva es único, muy complejo, conciso, transforma en poesía todo lo que escribe, a la prosa le transmite las leyes de la poesía. En París, Tsvietáieva, durante unos años, educó a su hijo en casa, le hacía escribir largas redacciones que ella misma corregía y le guiaba en la elección de los libros que debía leer. Pero no podemos decir que la escritura de Gueorgui tenga algo que ver con la de su madre, escribía con corrección, tanto en ruso como en francés, si bien en esta última lengua utilizaba algunas expresiones y palabras pertenecientes al argot, ya que la aprendió en la escuela y en la calle. Pero, dada su avidez por la lectura de buena literatura y su constancia en la escritura de su diario, no sabemos si, en el futuro, se hubiese convertido en un gran escritor como su madre.

¿Conoceremos, en próximas entregas, la vida de Gueorgui, hasta el final?

El Diario completo comienza el 4 de marzo de 1940 y acaba el 25 de agosto de 1943, así que hay un antes y un después. Decidí, comenzar traduciendo el año 1941, el último año de la vida de su madre, hasta que ella se quita la vida, tal como explico en la introducción del libro, por la importancia de su figura. Así que se podría, o bien continuar la traducción hasta el final o bien traducir también lo que queda por traducir del año 1940 y tener todo el Diario completo, eso depende de Uno y Cero Ediciones.

¿Qué importancia tiene este libro para los estudios de rusística en España?

Todo aquello que tenga que ver con Tsvietáieva resulta de sumo interés para el mundo de la rusística. A través del Diario, su hijo da a conocer con detalle la vida cotidiana del último año de vida de la escritora, detalles íntimos, su estado de ánimo, sus preocupaciones, sus amistades y su trabajo. Al leer el libro hemos sabido, por ejemplo, que los últimos meses se dedicó exclusivamente a la traducción.
Es apasionante enterarse de lo que hacían en Moscú en esa época los personajes que se nombran en el Diario, como Ehrenburg, Aseiév, Ajmátova, Prokofiev y muchos más, todos nombres ilustres que para Gueorgui y Tsvietáieva no eran más que conocidos o amigos. También es interesante conocer de primera mano la vida cultural y social del Moscú prebélico, descrita con detalle por el autor, las películas, las obras de teatro, las exposiciones, las veladas literarias, los libros que se vendían… En fin, este libro es de una extraordinaria importancia, en muchos sentidos, para los estudios de rusística en España.

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Uno y Cero Ediciones

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16 thoughts on “Entrevista a Reyes García Burdeus

  1. La posible lectura del Diario de Gueorgui Efrón suponía para los seguidores de Marina Tsvietáieva una novedad y una oportunidad de conocer más a fondo la obra de la escritora. Sin embargo, después de la entrevista a la traductora me interesa la lectura también por otros aspectos, es más, casi diría que me dispongo a hacerlo independientemente de que sea El Diario del hijo de M. T. Muchas veces este tipo de diarios son interesantes porque nos sumergen en una época y están en el camino del ensayo, el libro de historia y la literatura. Entonces nos importa poco que el autor sea hijo de, para interesarnos desde otro prisma. Espero eso de la lectura y espero también si se cumplen mis espectativas poderlo recomendar a mis amig@s que no sólo son seguidores de la Tsvietáieva sino seguidores de la cultura rusa y europea en general.

    • Muchas gracias, Carmen. Creo que no le va a decepcionar su lectura porque, por los motivos que especifica su traductora, este Diario es emocionante e imprescindible para conocer una época literaria e histórica.

  2. Como directora de la revista digial con la A (http://conlaa.com), ya conocía el trabajo de Reyes G. Burdeus como una de las mayores especialistas en nuestro país de la figura de Marina Tsvietáieva debido a que en el número 15 de esta publicación (octubre/2012) publicamos algunos «aforismos» extraidos de la obra de Tsvietáieva, «Locuciones de la Sibila», seleccionados por su traductora, Reyes G. Burdeus,a quien he tenido la fortuna de escuchar en alguna de las conferencias dictadas por ella que me han inducido no sólo a amar la «inclasificable» literatura de Tsvietáieva, sino a comprenderla mejor, a través de las claves aportadas por su traductora, que me han permitido, asimismo, entusiarmarme por la literatura rusa, más allá de los clásicos, de una época no muy difundida entre el gran público pero imprescindible para que l@s amantes, tanto de la literatura como de la historia, la conozcan. Por todo ello, seguro que el «Diario de Gueorgui Efrón» será otra más de las lecturas imprescindibles. Gracias, pues, a Uno Cero editores por esta publicación y por las que ¿vendrán? y, por supuesto, a la traductora Reyes García Burdeus por sus magníficos trabajos (cuando lea el Diario seguro que además podré felicitarla).

    • Muchas gracias por tu comentario, Alicia. Estoy segura de que te encantará leer el «Diario de Gueorgui Efrón», es como tu bien dices: «una lectura imprescindible» que gracias a Uno y Cero Ediciones se difundirá y llegará a todos l@s lectores de habla hispana.
      Espero que disfrutes de la lectura.
      Un abrazo.

  3. Gracías a uno y cero y a Reyes García Burdeus. En primer lugar porque nos permiten acceder a una obra sin retraso respecto a otras traducciones . En segundo lugar porque la traductora ha trabajado directamente del ruso, aunque también lo ha hecho sobre el francés cuando el texto original lo utilizaba. Esto conlleva dificultades para la traducción, pero tiene enormes ventajas ja que no tenemos interferencias de otras traducciones.
    Para los que conocemos a Maria Tsvietàieva, el Diario de Gueorgi Efrón tiene un interés indiscutible per lo que pueda aportarnos sobre la autora, pero como decia Reyes García Burdeus en la entrevista, seguramente me resultarà muy interesante por mostrarnos la vida social y cultural de la época de primera mano.

  4. Llevaba tiempo esperando la publicación en castellano del diario del hijo de Tsvietáieva, del que conocía su existencia pero que nunca pensé que pudiera leerlo en español. Gracias, por ello, a la editorial y a la traductora, cuyo trabajo seguiré a partir de este momento.
    Lo que si me gustaría es poder contar con la edición en papel, dado que pertenezco a una generación en la que el libro es el mediador directo, a través de los sentidos, entre el autor, en este caso la autora, la traductora y la persona que lee.

    • Gracias, María. Veo, por tu comentario que conocías la existencia del Diario en versión original, me alegra de que finalmente lo puedas leer en español. Como ves la editorial Uno y Cero apuesta por la buena literatura.
      Espero que disfrutes de la lectura.
      Un abrazo.

    • Somos una editorial digital, María, y la invito a leer el Diario en este formato. Creo que no le decepcionará. En cualquier caso, tenemos en cuenta esa posibilidad que nos indica de publicar este libro en papel. Un saludo muy cordial.

  5. Veo con ilusión que se puede leer en castellano el diario de Gueorgi Efrón y espero su edición en papel para comprarlo.
    Felicito a Uno y Cero Ediciones y a Reyes García Burdeus por su excelente trabajo.

  6. Una vez más, Reyes García Burdeus se sumerge en el corazón del alma rusa para sacar a la luz una nueva perla, que ha ido cultivando con el entusiasmo y la tenacidad que la caracterizan.
    Gracias, Reyes, por la pasión que transmites en todos tus trabajos y por ayudar a revelar parte del misterio y la riqueza que encierra esta bella cultura.
    Gracias a Uno y Cero por la apuesta de la publicación de esta parte del Diario de Gueorgui Efrón, una propuesta estimulante que invita a penetrar en el pensamiento de un adolescente poco común, no sólo por ser hijo de una escritora de la talla de Marina Tsvietáieva, sino por el descubrimiento que supone esta joven voz.
    Todas las sugerencias que nos plantea la traductora en esta entrevista incitan, sin duda, a su lectura.

    • Agradezco tu comentario, Teresa. Espero que leas el Diario y estoy segura de que cumplirá tus espectativas. Gueorgui, sin duda, merece ser recordado y seguro que todo aquel que lea esta publicación de Uno y Cero, no podrá quedar indiferente ante la biografía tan interesante a la vez que conmovedora de un joven excepcional.
      Un abrazo,

  7. He esperado a terminar el Diario de Gueorgui Efron para hacer un pequeño comentario, aún sobrecogido, intimidado por su contenido, asombrado por el vasto conocimiento y la calidad y cantidad de cultura que atesoraba este joven de apenas 16 años. En ocasiones me quedaba perplejo por el tino de sus observaciones, su capacidad de reflexiva anticipación a los vaivenes de la guerra y sus sorprendentes predicciones en un muchacho de esa edad. Mi maravillamiento crecía a medida que avanzaba la lectura, hasta quedar casi sin aliento al leer sus apuntes del día siguiente al suicidio de su madre, mi muy querida M. Tsvietáieva. Vaya, pues, mi particular agradecimiento hacia una editorial que decide publicar algo como esto, tan alejado de las modas editoriales, por otra parte tan necesario, en unos tiempos de contumaz desasosiego y tristeza, donde tan a menudo la mediocridad es valor seguro de premios, dádivas y reconocimientos. Y no quisiera abandonar este comentario sin ofrecer mi sentido reconocimiento, mi especial y sincera gratitud a la profesora R. García Burdeus, quien, una vez más, ha conseguido transmitirnos sin filtros ni amaneramientos el profundo sentido de esta escritura directamente del ruso: de nuevo compruebo que la sabiduría casi siempre es silenciosa, casi pasa desapercibida, como quedan los mejores versos en el desván de nuestra memoria, como quedaron muchos de los versos de la madre de G. Efron en la mía, gracias a la contundente y discreta intervención de esta traductora, de esta amante -presumo- de la llamada «alma» rusa.
    Solo me queda esperar que editorial y traductora confluyan otra vez para dar a conocer el resto de estos «diarios». Esperaré pacientemente.

    • Muchas gracias por su comentario y su lectura. Estamos muy satisfechos de la publicación del «Diario de Gueorgui Efrón», en la excelente traducción de Reyes García Burdeus y, por nuestra parte, seguiremos en el empeño de dar a conocer una obra tan emocionante.

      • Muchísimas gracias, Pere. Veo por tus comentarios que te atrapó la lectura del Diario y que has sentido lo mismo que yo cuando lo leí por primera vez en versión original. Eso es lo que, como traductora, pretendía y me alegro por ello.
        Te agradezco también el valor que le das a la labor de traducción que no siempre es apreciada por los lectores.
        Un fuerte abrazo

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