(Fotografía de Emilio Ruiz Zavala)
Sergio Gaspar, poeta y escritor, dirigió la inolvidable DVD Ediciones durante dieciséis años. Recuperamos una interesante entrevista que le hizo Nuria Azancot, en El Cultural de El Mundo, con motivo de la publicación de su novela Viento de Tramontana, porque consideramos que las opiniones de Sergio Gaspar, siempre originales y certeras, pueden ayudar a centrar el llamado conflicto catalán. Lo que se espera de un intelectual, de un escritor, es que se pronuncie sobre los temas importantes de su mundo. Sergio Gaspar nunca ha dejado de hacerlo. Su labor desde DVD Ediciones en favor de la literatura en español y en catalán lo confirma.
Sergio Gaspar nos envía unas palabras introductorias:
En septiembre de 2014, se publicaba en Edhasa mi primera novela: Viento de tramontana. Uno de sus temas principales era el nacionalismo catalán y su tránsito mayoritario al independentismo. De este proceso me preocupaba en especial que la sociedad catalana se dividiese emocionalmente y terminara enfrentándose socialmente. Los partidarios de la independencia siempre han negado con ahínco la posibilidad de tal enfrentamiento entre catalanes. Para una mente independentista, Cataluña es por naturaleza como Fuenteovejuna, es decir, todos a una contra el opresor. Para una mente que observe la realidad, Cataluña está cada vez más dividida.
Cuando publiqué Viento de tramontana, confiaba en que el conflicto se resolvería. Más de dos años después, parece que nos encaminamos hacia un futuro con vencedores y vencidos.
Con motivo de la publicación de la novela, Nuria Azancot tuvo la amabilidad de entrevistarme para la edición digital de El Cultural. La entrevista no apareció completa por razones de formato. A Teresa Garbí, directora de Uno y Cero Ediciones, le ha parecido oportuno recuperar ahora la entrevista íntegra. Se lo agradezco.
Incluimos a continuación la entrevista completa:
1. ¿Cómo explicaría qué es Viento de Tramontana a un hipotético lector?
Una parodia de algunos rasgos característicos de la vida política y la industria editorial españolas. También es una reivindicación de la tradición literaria española. Vivimos bastante de espaldas a ella, conociéndola mal y hasta despreciándola, como felices catetos ilustrados, y así nos va. Viento de tramontana propone asimismo una reflexión sobre las posibilidades y los límites de la narrativa en las postrimerías de esta posmodernidad que se está acabando…, si no se ha acabado ya.
2. Intrahistoria del libro: ¿Cómo surgió la novela, cuánto tiempo tardó en escribirla, quién le animó a seguir por una vía tan original?
Hará unos ocho años escribí entero el primer capítulo y fragmentos de otros. Me interesaba el Ampurdán, como paisaje vital en la obra de Josep Pla y como un espacio mágico en el que el franquismo se había metamorfoseado en nacionalismo y progresismo socialista y poscomunista durante la democracia. Mi tarea de editor me dificultó continuar la novela. Combinar edición y escritura es complicadísimo. En 2012, cuando DVD Ediciones ya no publicaba novedades, reanudé Viento de tramontana. En el otoño de 2013 la terminé. La gran manifestación independentista en Barcelona del 11 de septiembre de 2012 y los resultados de las elecciones anticipadas al Parlamento catalán de ese mismo año influyeron bastante en la novela. Me resultó fascinante ver cómo los políticos y los periodistas catalanes, casi unánimemente, mentían -¿o se equivocaban?- al contar el número de manifestantes del 11 de septiembre. Y más fascinante aún observar cómo Artur Mas, ese sabio de la política, perdía en dos años casi cien mil votantes, doce escaños y se alejaba de la mayoría absoluta que necesitaba para negociar algo parecido a un concierto económico con Rajoy. ¿Quién me animó a ser tan original…? No precisamente Juan Goytisolo o David Foster Wallace, sino gente como Artur Mas, Carme Forcadell u Oriol Junqueras, que son verdaderamente creativos.
3. ¿Hasta qué punto está condicionado el relato por la actualidad?
Una parte del relato mucho, como acabo de explicar. Algunos críticos opinan que obras artísticas o literarias de tema actual deben ser automáticamente calificadas de oportunistas y comerciales, en vez de oportunas. El Guernica de Picasso empezó a pintarse sólo una semana más tarde del bombardeo de la ciudad. Es verdad que fue un encargo del gobierno republicano. Pero, ¿llamaremos oportunista al Guernica? Yo no. Sthendal, sin ir más lejos ni más cerca, escribe Rojo y negro condicionado por la actualidad de la restauración borbónica. Gran parte del arte y la literatura de siempre tiene como tema la actualidad.
4. «Si la literatura no es creíble y de ahí su contribución a la verdad», ¿hubiese cambiado algo del libro de haberse descubierto antes el escándalo Pujol, o ya intuía algo parecido? Porque ahora todo el mundo lo sabía…
No hubiese modificado ni una coma. En Viento de tramontana, Jordi Pujol dice de sí mismo: «Yo he sido y seré el único presidente de Cataluña. El resto, prólogos y epílogos». Esta apropiación de la idea de Cataluña por Jordi Pujol y las variantes del nacionalismo ha sido empobrecedora -excepto, según parece, para él, su familia y gente allegada- y puede acabar en un claro enfrentamiento entre catalanes. Cataluña contra Cataluña puede ser un futuro de Cataluña. ¿Quiénes sabían lo que estaba pasando durante los gobiernos de CiU? Las élites económica, periodística y política sin duda. Las catalanas y las madrileñas. ¿Recuerda usted a Pasqual Maragall diciéndole a Mas, en 2005, que el problema de CiU se llamaba el «tres por ciento», en alusión a lo que ellos cobraban por comisiones ilegales en la adjudicación de obras públicas…? Luego, se retractó, como era de esperar. Hace pocos días, Carod-Rovira sugería elevar el listón desde el tres por ciento al «cinco por ciento». Estas élites sabían y callaban, porque les convenía a casi todos, en Barcelona y en Madrid. Lo que les ha pillado por sorpresa, sobre todo a los nacionalistas, es que Pujol reconociera que tuvo desde 1980 dinero en el extranjero sin declarar. Que Pujol cambiase su discurso de «la culpa es de Madrid» por «la culpa es mía», incluso «nuestra» a lo peor, les ha descolocado.
5. En la novela coinciden un Pla que supone que está muerto porque hace 31 años que no recibe premios ni condecoraciones, con Cervantes… ¿Son la mejor tradición literaria española?
Son parte de la mejor tradición literaria española. En mi novela, Pla y Cervantes se hacen amigos y beben juntos. Esta amistad simboliza lo que yo deseo para las literaturas catalana y castellana: que se conozcan a fondo, que se aprecien entre sí en condiciones de igualdad.
6. No faltan tampoco guardias civiles y mozas de escuadra insaciables, asesinatos, un burro volador… ¿El surrealismo es la única manera de explicar y explicarnos hoy mejor?
Lo carnavalesco, lo paródico, lo que roza el absurdo y rompe la lógica del poder está en el origen de formas de expresión occidentales como la novela. No lo digo yo. Lo han propuesto Bajtin y otros. La realidad que nos presenta el poder -político, editorial, universitario…- es con frecuencia tan falsa que sólo se puede re-presentar y describir con un texto delirante. Se nos dice que los burros no vuelan, y nos lo creemos, pero hasta hace unos días se nos decía que cualquier ataque a Pujol era un ataque a Cataluña y muchos se lo creían.
7. ¿Qué le debe, si algo le debe, el libro al Goytisolo más surrealista? ¿Cuáles son sus maestros?
Mi maestro fundamental es la tradición literaria española de todas las épocas. He procurado que esto se notase en Viento de tramontana.
8. No deja en pie un símbolo del nacionalismo catalán, ni tampoco del mundillo editorial español y catalán: ¿No cree que le van a pasar factura?
En los planos político y social, supongo que habrá gente que se moleste conmigo. Yo, desde luego, no me voy a molestar con ellos porque me critiquen. Creo en la libertad de expresión, en el debate y en la discrepancia. En el plano periodístico, confío en que los periodistas culturales y los críticos no sean tan miopes ni miserables como para ningunear Viento de tramontana por ser la primera novela de un previejo de sesenta años, que además no la publica ni el Grupo Planeta ni Penguin Random House. En el plano editorial, si Viento de tramontana vendiese bastantes ejemplares, cosa que no sucederá, no me extrañaría resultar un futuro candidato al premio Planeta. Seguramente lo rechazaría. Me atrae ser un escritor sin premios. Te da prestigio.
9. Se ríe también del turismo y del mito del Ampurdán: ¿De veras cree que acabará en las futuras ferias literarias dedicadas a la literatura catalana?
Si Cataluña se transformase en un estado independiente, a lo mejor sí. ¿Por qué? Porque Cataluña no es una nación, sino dos naciones como mínimo. Así como España es una sociedad plurinacional, Cataluña es una sociedad binacional. Como mínimo, insisto. Si una futura Cataluña independiente no reconociese políticamente, culturalmente, literariamente, etcéteramente su binacionalidad, podría organizarse un conflicto interno entre catalanes de dimensiones preocupantes. Pero no parece fácil que esto se reconozca. Muchos políticos e intelectuales catalanes, también muchos del resto de España, hablan de Cataluña como de una sola nación. Son como Rajoy, que habla de España como una sola nación y no termina de asumir que España, durante los siglos XIX y XX, no logró constituirse en nación única del estado, entre otros motivos, por las guerras carlistas, las incomprensiones centralistas, los regionalismos y los nacionalismos. Rajoy y Junqueras dicen lo mismo: que sólo hay una nación, en sociedades en las que existen diversos sentimientos nacionales… En una Cataluña independiente, sensata y binacional, en la que el castellano fuese lengua cooficial y de enseñanza en cualquier nivel, a lo mejor me invitarían a todas las ferias internacionales.
10. Remedando su libro, ¿qué será de la independencia de Cataluña?
Creo que no habrá estado independiente. Ahora bien, si lo hubiese, creo que se produciría un enfrentamiento grave entre los catalanes. La sociedad catalana está dividida y un estado independiente, seguramente, aún la dividiría más. Habría dificultades económicas en los primeros años, digan lo que digan prestigiosos economistas del nacionalismo catalán, y esto aumentaría la división interna de la sociedad catalana y la inestabilidad política. Cataluña son dos naciones: recuérdelo. Los bienintencionados, o los bieninteresados, afirman que Cataluña es una balsa unitaria de aceite. Fíjese: por votos, Cataluña está dividida y casi empatada; el PSC, en riesgo de desaparecer por la confrontación en el tema nacionalista; en Iniciativa per Catalunya Verds, están de acuerdo en el soberanismo pero no todos en el independentismo; desde el gobierno de la Generalidad, unos consejeros dicen que no habrá consulta el 9-N si no es legal y otros que habrá consulta de todas formas; miembros de CiU se declaran independentistas, pero otros no; este 11 de septiembre habrá dos 11 de septiembre: uno en Barcelona, convocado por la Asamblea Nacional Catalana, y otro en Tarragona, que convoca Sociedad Civil Catalana… ¿Estamos o no estamos divididos?
11. ¿Como un editor que ya no lo es se convierte en escritor primerizo y revolucionario?
Soy primerizo en el terreno de la novela, pero he publicado antes cuatro libros de poesía. Más que revolucionario, intento que los pensamientos de la mayoría no coincidan con la mayoría de mis pensamientos. Igual me sucede al escribir. Tengo la necesidad vital de que mi escritura se aleje de los modelos dominantes.
12. Sufrió la crisis de la distribución y tuvo que cerrar su editorial: con lo que ahora sabe, ¿se atrevería a iniciar ahora una aventura como la de DVD? ¿Por qué?
No repetiría en la actualidad DVD Ediciones. ¿El motivo? Me siento viejo y tengo ganas de escribir mi propia obra.
13. ¿Sobrevivirá la industria del libro en España?
Yo tengo fama de pesimista. Quizá por ser pesimista, acierto en la mayoría de mis pronósticos. Por ejemplo, hacia 2006 dije que la industria del libro sufriría una crisis de caballo. Acerté. Pero hoy seré optimista. Creo que la industria editorial española, tras una reconversión brutal, se estabilizará durante 2015 e incluso puede crecer en facturación. Aparece en el inmediato horizonte la amenaza de la entrada a saco de lo digital en el libro infantil, juvenil y de texto no universitario. Como esta clase de libros representa un importante volumen de facturación, si la digitalización fuese rápida y desordenada, la industria lo pasaría mal de verdad.
14. ¿Quién de sus autores, y por qué, le parece que ha proseguido su carrera literaria mejor…?
¿Sólo puedo elegir uno? Pues elijo a Manuel Vilas. ¿Por qué? Ha construido una voz y un estilo propios. Ha experimentado con la fusión entre poesía y narrativa. Es autor, al menos, de dos obras excelentes: Resurrección (Visor) y España (DVD Ediciones y Alfaguara). Y, algo fundamental para mí, ha actualizado el viejo tema de España, partiendo de Cernuda e incorporando nuevos elementos, como la influencia del pop anglosajón en la cultura española o la decepción que ha supuesto la democracia en algunos colectivos de la sociedad española.