(Invitación para el acto de nombramiento del nuevo Académico: Francisco Moreno Fernández)
Francisco Moreno Fernández, Director del Instituto Cervantes de Harvard, ha sido nombrado Académico de número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Este nombramiento nos llena de satisfacción a Uno y Cero Ediciones, al ser Francisco Moreno Fernández uno de los fundadores de nuestra editorial y autor de dos libros espléndidos: Las lenguas de España a debate, con Fernando Ramallo, y Spanish Revolution. Ensayo sobre los lenguajes indignados.
El acto se celebrará el próximo 15 de febrero en el Instituto Cervantes de Nueva York. Presentará al nuevo académico la profesora Silvia Betti, de la Universidad de Bologna, y contestará el discurso la profesora de la Universidad de California, Domnita Dumitrescu. Cerrará el acto el Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, D. Gerardo Piña-Rosales.
Enhorabuena a Francisco Moreno Fernández, cuyo trabajo desde el Observatorio de la lengua española y las culturas hispánicas en los Estados Unidos admiramos, además de toda su carrera profesional.
Respetado Sr. Moreno Fernández:
He leído con sumo gusto e interés el libro «La maravillosa historia del español» editado por Espasa Libros del que Vd. es autor y le felicito muy sinceramente por él; he aprendido y disfrutado mucho con su lectura.
No soy de los que van escudriñando los rincones de una obra para señalar el más mínimo fallo, sin embargo, parece necesario apuntar un notable error en la Parte I, apartado 6, «Desde la cañadas a la mar océana», página 83, tercera línea empezando por abajo, dice así:
«España, por su parte, prolongó en el XV y el XVI su presencia en el Mediterráneo, ya establecida por la corona catalano-aragonesa».
Pues bien, se debe afirmar que no ha existido ni existe la «corona catalano-aragonesa», simplemente se denomina Corona de Aragón.
La Corona de Aragón que ya en el siglo XIV tenía un gran poder en la península se convirtió en la gran potencia mediterránea con la incorporación de la islas de Sicilia y Cerdeña, los ducados de Atenas y Neopatria y, ya en el siglo XV, el reino de Nápoles. Gracias a ello se desarrolló un floreciente comercio con Oriente Próximo del que, lamentablemente, apenas pudo beneficiarse el Reino de Aragón por no tener una salida al mar.
Sin otro particular y reiterando mi reconocimiento al excelente trabajo realizado por Vd, le saluda muy atentamente, Juan Fco.Garcia Lacal, desde Zaragoza.