José Iniesta

(Fotografía realizada por Diana Duque Moros)

José Iniesta Maestro, nacido en Valencia, 1962. Ha publicado seis libros: Del tiempo y sus castigos (Sagunto, 1985); Cinco poemas (ARDEAS POESÍA, Sagunto, 1989); Arder en el cántico (XXV Premio Ciudad de Valencia “Vicente Gaos”, Renacimiento, Sevilla, 2008); Bajo el sol de mis días (XXVIII Premio de Poesía Ciudad de Badajoz, Algaida, Sevilla, 2010); Y tu vida de golpe (Renacimiento, Sevilla, 2013); y por último Las razones del viento (Renacimiento,Sevilla, 2016).

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LLEGAR A CASA

A Francisco José Cruz Pérez

Hay días de fracasos que sucede.
Sin antes ni después hemos llegado
remotos al lugar que nos acoge,
y allí, sin pretenderlo, se desvela
el sentido de estar y lo que somos,
la casa verdadera
al fondo de la casa.

La vida nos completa en cada acto.
Así, al cerrar la puerta, tras nosotros,
y ver lo conocido en su quietud,
el abrigo en la percha y el espejo,
las baldosas de barro y nuestra silla,
la deslucida mesa de las celebraciones,

descubrimos un templo en el hogar,
una vela encendida en nuestra carne.

 

 

LAS RAÍCES DEL CIELO

A Francisco Brines, en Elca

El hombre con su vida caminaba de lado,
un poco hacia lo oscuro,
tocado de una luz
antigua de palmeras y pinadas,
de adelfas en los cauces y playas a lo lejos:
destellos de verdades en la hondura,
apagados asombros para ser
las hojas por el aire, las raíces del cielo.

Bajo el humo dormido caminaba del lado
de las aguas ocultas más al fondo,
por la senda secreta de las mieles,
la casa contra el tiempo irguiendo su molicie
de cal contra los cielos azules y los montes,
los soles repetidos en los valles feraces,
y el vuelo de los pájaros
al llegar el crepúsculo
celebrando ser vida en el viejo ciprés.

Porque estaba en la luz.
Porque estaba en la luz
caminaba su sombra arrastrando los pasos
por las losas gastadas y rojas de rodeno,
los pinos derribados en días de tormenta,
los zarzales del tiempo trepando hacia la luz
desde el banco de piedra donde estuvo
la risa del amigo, el sueño del amor.
Y la sed de más vida
donde no fluye el agua,
la aventura del viento en los naranjos,
la vasta sequedad donde todo germina,
la memoria del agua inundando los huertos.

Florecen rosas negras,
y el hombre se detiene.
Florecen en la noche rosas negras,
y se abren en el patio oscurecido
de nuevo los jazmines que ya fueron
conmoción y verdad.
Donde nadie nos oye y más estamos,
donde un aroma libre y su insistencia
nos salva y nos golpea y nos abraza,
florecen junto a un muro rosas negras,
allí donde los grillos de la infancia
tallaron con su canto el mármol del vivir,
la luz de las palabras,
la oración no fingida.

¿Qué rastro dejará en el aire el amor?

Debajo de los astros de la noche
la breve luminaria, la sal del pensamiento,
las verdades del polvo
construyendo la rosa.

(De Las razones del viento)

 

 

AMANECE EN EL JARDÏN

Cada mañana salgo, a las del alba,
a este jardín cerrado y miro el cielo
por ver como esclarece un nuevo día
y el humo del invierno en los tejados.
No sé quién soy ahora en este centro
vegetal que rodean blancos muros,
el jardín donde irrumpe en el silencio
el canto de tres mirlos en la escarcha.

Yo sé que nada sé, que me equivoco
de tanto haber soñado mi existencia.
Ahora sólo escribo lo que amo.
Amanece en la herida, se hace gozo.
Se confunde mi ser
con las cosas que veo,
y todo en esta luz más me consuela
de tanta noche en vela y pensamiento.

Cómo discurre todo hacia su sol.

 

 

SER DE LA VIDA

Secreto amanecer,
cómo me asombras
en estos horizontes de la tierra
donde el cielo se funde más conmigo
sin destino ni miedos, con palabras.
Porque hoy canto tan sólo para mí,
como cantan los pájaros
que sí son de la vida
en el sol de una rama.

(Inéditos)

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2 thoughts on “José Iniesta

  1. «Sag unto, 1985», pareciera el título de una foto mía cuando visité Valencia y mientras me dirigía hacia un pueblito llamado Segorbe en las tierras del alto Palancia, alcancé a ver mientras lo iluminaba el sol del atardecer, ese lugar tan lleno de Mediterráneo. Materia pendiente visitarlo, como también leer a José Iniesta. A ver si Farah Hallal me ayuda a conseguir algo de su obra.

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