Quinteto Casulana: sobre la desigualdad mujer/hombre

(Fotografías de Eva Ripoll)

 

El Quinteto Casulana surge de la iniciativa de un grupo de mujeres músicas, procedentes de distintos entornos profesionales: el ámbito sinfónico y la docencia. Sus miembros son integrantes de la Orquesta de Valencia, la Orchestra della Magna Grecia de Taranto y profesoras de los conservatorios de música de Valencia.

Su nombre rinde homenaje a la figura de Maddalena Casulana, una de las primeras mujeres compositoras que tuvo música impresa y publicada en la historia de la música occidental. Nace en 2005 como Cuarteto Casulana y será en 2015, tras varias colaboraciones con la violinista Esther Vidal, cuando se constituyen como Quinteto para poder así abarcar todo el repertorio de cuerda con piano.

El Quinteto Casulana se ha formado con profesores de la talla de Imre Rohmann (Catedrático de piano del Mozarteum de Salzburgo), István Gulyás (Profesor de la Academia Franz Listz de Budapest) y Rivka Golani (Profesora del Trinity College of Music de Londres) de quien todavía reciben consejos. Desde su formación, el Quinteto Casulana ha ofrecido numerosos conciertos abordando un amplio repertorio que va desde el Clasicismo a la música contemporánea.

Uno de los objetivos perseguidos por todas sus componentes es la recuperación y difusión de la música escrita por mujeres compositoras, llevando en su repertorio, entre otras, obras de Sofía Gubaidulina, Gracyna Bacewicz, Mel Bonis, Louise Heritte-Viardot o Louise Farrenc.

Quinteto Casulana

Reproducimos a continuación la conversación con las integrantes del Quinteto Casulana, respecto a la desigualdad entre mujer/hombre:

1. ¿Cuándo decidisteis formar vuestro grupo, primero Cuarteto Casulana y ahora Quinteto? Contadnos vuestra historia brevemente.

CRISTINA: El inicio como tal, se lo debemos a Pilar. Ella fue la que lanzó la propuesta de formar este grupo de cámara. Nos conocía a todas de haber coincidido en diversos contextos profesionales. Aún recuerdo la conversación telefónica en la que me proponía quedar para leer el cuarteto de Fauré y me hablaba de lo majas y buenas músicas que eran Renata y Sabrina. El objetivo principal iba a ser disfrutar tocando las piezas que más nos gustaran, emocionaran o interesaran. El ensayo fue en casa de Renata, y como veis, fue de maravilla; la sensación de ese primer contacto fue muy grata.

RENATA: Sí, la verdad es que conectamos con mucha rapidez, y desde el primer concierto, sentimos que el cuarteto podría reportarnos muchas satisfacciones. Con el tiempo, quisimos explorar nuevo repertorio, y es entonces cuando Esther apareció en escena.

2. Realmente en el mundo de la música, para las profesionales mujeres, ¿existe el llamado techo de cristal?

RENATA: Sin lugar a dudas, el mundo de la música y en general el del arte y el conocimiento es exactamente un reflejo de lo que es la sociedad en general. A pesar de que se han logrado cotas de igualdad importantes, sobre todo, en el ámbito de la interpretación, las oportunidades no son las mismas.

PILAR: Estoy de acuerdo. A medida que se asciende en jerarquía, las mujeres van desapareciendo. Es más difícil encontrar mujeres, a pesar de que existen muchas y muy preparadas, en los puestos de dirección de orquesta, concertino, gerencias de auditorios… pero, sobre todo, las más castigadas son las compositoras. El ámbito de la creación sigue siendo monopolio masculino sin discusión. Esto no me lo invento, hay estudios cuantitativos que lo avalan.

CRISTINA: Sí. Por desgracia los conservatorios están llenos de mujeres brillantes en la especialidad de composición que jamás conseguirán estrenar sus obras. En el contexto de la interpretación se han conseguido más cosas. Ya no sorprende ver mujeres en las orquestas, grupos de cámara, solistas….

SABRINA: Es cierto que la presencia de mujeres en las Orquestas es cada vez más habitual, pero no os olvidéis que Orquestas como la Filarmónica de Viena no aceptó mujeres hasta 1997. La primera mujer, la arpista Anna Lelkes, consiguió ser miembro de la Orquesta después de tocar en ella como «no-miembro» durante más de veinte años.

ESTHER: Recuerdo una anécdota en el Palau de la Música. Dirigía Nathalie Stutzmann. Un señor que tenía en la fila de delante no paraba de moverse y de lanzar groserías del tipo: ”¡Qué vergüenza! ¡Mírala como se mueve! Parece mentira”. Estaba incómodo por ver a una mujer dirigiendo, aunque más incómoda estaba su pareja escuchándole a él.

3. ¿Consideráis que las mujeres hacen un gran esfuerzo para desarrollar su currículum profesional, atendiendo, además, a mil cosas relacionadas con la familia? ¿Cuál podría ser la solución a este problema?

CRISTINA: Desde luego, es muy complicado. Toda una carrera de obstáculos. Estamos en una sociedad que, aunque haya avanzado algo al respecto, sigue manteniendo a la mujer en un rol que le imposibilita desarrollarse profesionalmente si no es a costa de un grandísimo esfuerzo. El problema principal es la falta de tiempo. Has de llegar a todo: los niños, la casa, el trabajo… ¿Y cuándo se dedica al estudio, tan imprescindible en nuestra profesión? Recuerdo multitud de veces estar tocando, mientras le daba con el pie a la mecedora del niño, y estudiarme los papeles tocando en la cocina, entre vuelta y vuelta a la sartén, leer las partituras en la piscina, mientras están en el cursillo, aprovechando hasta el último segundo para sacar lo máximo en el menor tiempo posible). Es muy estresante.

RENATA: Desde luego, disponer de unos permisos de maternidad dignos, como en los países nórdicos, en los que pueden disfrutar de hasta dos años, sin ver excesivamente menguado su salario, sería una buena opción. En esos primeros años de crianza, la mayoría de mujeres optan por ralentizar e incluso abandonar la posibilidad de mejorar en su trayectoria profesional.

4. Hombre y mujer son iguales ab origine. Incluso en algunas mitologías son un solo ser. Lo hemos olvidado y el hombre ha ocupado, desde hace siglos, el lugar preeminente. ¿Es una lacra para el progreso social y humano?

PILAR: Por supuesto, no se puede concebir el progreso social sin la igualdad real para todos y todas. En mi opinión, esa preeminencia histórica del hombre sobre la mujer nos ha mantenido apartadas del poder y, por tanto, de la toma de decisiones. No veo nada bueno en ello. Sólo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor. La sociedad patriarcal genera desigualdad e injusticia social y las mujeres, junto con los niños y niñas, son quienes más la acusan.

CRISTINA: Yo pienso que no es que hayamos olvidado que éramos iguales ab origine. La preeminencia del hombre en la sociedad, o lo que es lo mismo, la sumisión de las mujeres, se ha venido imponiendo a través de las leyes, la religión, la educación… pero principalmente a través de la violencia. Sí, estoy convencida de que la violencia es una de las principales características del patriarcado, es su principal arma.

SABRINA: Totalmente de acuerdo, y la principal manifestación de la violencia de los hombres sobre las mujeres sería la violencia de género. Lacra social donde las haya. Las cifras de víctimas son escalofriantes.

5. El hecho de tener una ideología de izquierdas no supone que se tenga respeto hacia la mujer, que se respeten los derechos humanos. Ahí tenemos las opiniones de autores soviéticos sobre las mujeres -Maiakovski, por ejemplo, Mandelstam-, o la forma cómo la Bauhaus enviaba a las mujeres a los talleres de hilados. Digamos que esta diferencia, esta esclavitud que hace invisibles a las mujeres, no la advierten -o no quieren advertirla los hombres.

RENATA: No, no es garantía de nada. El machismo está arraigado en la sociedad, independientemente de la ideología que se profese. Es muy triste la deslealtad que se ha dado hacia las mujeres en todas y cada una de las revoluciones de la humanidad.

PILAR: Excepto en la revolución feminista que todavía se está librando. A pesar de ello, no podemos obviar que las políticas de izquierdas siempre han sido más favorables a las mujeres. La derecha, tradicionalmente, está asociada a la religión, a la costumbre, nunca ha desarrollado políticas de igualdad. Siempre ha estado por detrás de la izquierda en estos temas. Pero está claro que la lucha, los logros, han sido exclusivamente de las mujeres, no de las izquierdas.

ESTHER: Si, quizás aparentemente la izquierda es más progresista, más pro igualdad. Pero en esencia no lo es tanto. A menudo todo se queda en el discurso y la igualdad real no llega a materializarse en cosas concretas como son la existencia de mujeres en la primera línea de los centros de decisión. Bueno, ¡Y en ocasiones ni en apariencia! Recordad el primer gobierno de Tsipras en Grecia: ¡Ni una mujer! Por poner un ejemplo cercano en el tiempo.

6. Habitualmente los hombres rehúyen hablar de esta desigualdad, también en el ámbito de la Literatura, las artes en general y en todos los ámbitos. ¿Qué sucede en el ámbito de la música?

SABRINA: Creo que es igual en todos los ámbitos. La mayoría de los hombres músicos no caen en la cuenta de que existe esa desigualdad. Muchos de ellos la niegan. Parece que no quieren ver la realidad. Muchos de mis colegas se sienten amenazados a la mínima que hables de derechos de las mujeres en su presencia, reaccionando siempre a la defensiva o descalificando cualquier argumento que, según su punto de vista, pueda romper el orden social establecido. Arguyen cosas como que el sistema de cuotas perjudicaría a la excelencia y cosas similares. Llevan metido en su ADN que la excelencia es exclusivamente masculina.

ESTHER: Volviendo al ejemplo de la Filarmónica de Viena. Todavía se niegan a hacer las audiciones a ciegas cuando está más que demostrado que a raíz de que se implantara este sistema en la mayoría de orquestas del mundo, las mujeres comenzamos a entrar en las plantillas de las mismas de manera espectacular. No son capaces de ver la desigualdad evidente.

7. ¿No es llamativo que habiendo una aplastante cantidad de escritoras, de músicas, de tanta calidad como sus colegas masculinos, no ocupen tan apenas espacio en los suplementos culturales? ¿Y qué decir de los éxitos en deportes? ¿No es por lo menos extraña esta situación?

RENATA: Más que extraño es profundamente injusto. En la actualidad, y gracias a la lucha y perseverancia de nuestras antepasadas, hemos podido acceder a las escuelas y universidades. Pero después se suele minusvalorar el trabajo de las mujeres silenciándolo o ninguneándolo como el caso de las deportistas.

PILAR: Al hilo de esto que comentamos: estamos colaborando a través de la asociación “Mujeres en la Música”, en un proyecto impulsado en España por la asociación “Clásicas y modernas”, llamado “Temporadas de igualdad”. El proyecto está enfocado en las artes escénicas y consiste en la realización de un estudio sobre la visibilidad de las mujeres en este ámbito y la posterior búsqueda del compromiso por parte de los departamentos de programación de auditorios y teatros, de buscar el equilibrio entre mujeres y hombres dentro de sus programaciones. El estudio previo evidencia esta injusticia de la que hablas. ¿Dónde estamos las mujeres? Las estadísticas son para llorar. Es necesario trabajar en este sentido, en hacer visibles estas desigualdades para intentar corregirlas.

8. ¿Y los intelectuales no sienten el deber de romper con esta injusticia? ¿No sienten que es su obligación superar esta desigualdad que vulnera los derechos humanos más elementales?

CRISTINA: Pienso que sí, que moralmente tiene obligación, pero me temo que esto no ocurre en la mayoría de los casos.

SABRINA: No daré nombres, pero he escuchado a más de un escritor “intelectual” famoso, e incluso a algún que otro premio nobel, hablar de las mujeres con desprecio, justificando abusos e integrando la cosificación de la mujer en su discurso. Patético y triste, muy triste.

9. ¿Los hombres, en la mayoría de los casos, necesitan que las mujeres sean siempre objetos sexuales?

PILAR: Por desgracia así es. Desde el momento en que las estadísticas nos dicen que uno de cada cuatro hombres ha consumido prostitución en alguna ocasión o de manera habitual, no podemos afirmar lo contrario.

ESTHER: De esto son culpables, en gran parte, los lobbies de la pornografía, la prostitución y la falta de educación. La ausencia de educación sexual en las escuelas e institutos convierte el porno en referente de cientos de adolescentes. La pornografía les mete por las orejas, por los ojos, mensajes de maltrato, de cosificación de la mujer, siempre al servicio del hombre. También la publicidad. No hay más que repasar los mensajes, subliminales y no tanto, de los spots publicitarios.

10. ¿Creéis que hay síntomas de que caminamos hacia la igualdad?

ESTHER: Hay que ser positivas y ver que se están aprobando leyes en favor de la igualdad. Aunque hay que vigilar que estas se cumplan. También anima mucho ver que una parte de los hombres se está movilizando. Comunidades como “Hombres contra las violencias machistas” o” Zero machos” por la abolición de la prostitución, hacen ver que algo está cambiando.

SABRINA: Desgraciadamente todo de lo que habla Esther sucede en este lado del mundo. Pienso que todavía hemos de avanzar en la sororidad, en la solidaridad entre las mujeres, pero, sobre todo, en la educación.

Quinteto Casulana

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