(Fotografía de Ernesto Casero)
Dejamos constancia en Uno y Cero Ediciones de la magnífica exposición de Ernesto Casero, comisariada por Laura Benítez Valero, en el Centro del Carme, Sala 1.
Ernesto Casero es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Su trabajo ha ido evolucionando desde la abstracción pictórica, entendida como investigación en torno a la percepción visual y la sintaxis de la imagen, hasta una relectura personal de la historia de la biología y los discursos ideológicos de la ciencia, desde el dibujo y otros soportes, como el vídeo o la escultura. Ha realizado estancias de producción artística en México y Argentina, así como en el Colegio de España en París, la Casa de Velázquez, la Fundación Bilbao Arte o La Térmica Creadores. Ha expuesto en ferias internacionales como Drawing now!, Paris, Paris Art, Pinta London o Just Mad. Su trabajo se encuentra en colecciones como la Colección DKV, la Colección de la Academie de France, la Colección de la Generalitat Valenciana y la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Actualmente vive y trabaja en Valencia.
El trabajo de Ernesto Casero se centra en aspectos relacionados con la historia de la biología y la representación, desde el arte y la ciencia, de aquello que llamamos naturaleza. Mediante el uso del dibujo como herramienta principal, realiza una relectura de momentos históricos y corrientes de pensamiento en los que la ideología confluye con la práctica científica, generando pautas de comportamiento y modelos de conducta en el cuerpo social. Los puntos de encuentro y fricción entre la imagen artística y la científica, así como la permeabilidad de los medios expresivos le sirven como estrategias para articular un discurso estético sobre la arbitrariedad de ciertas metáforas empleadas desde la biología, y su difusión en los medios de comunicación de masas. Partiendo principalmente de imágenes de archivo, las modifica, combina y manipula para establecer relaciones que evidencien los mecanismos empleados desde el ámbito de la ciencia para generar discursos relacionados con estructuras de poder. La popularización de las ideas científicas y la construcción de la idea de lo natural son motivos recurrentes en su producción.
Usando como estrategia la manipulación de imágenes existentes y la hibridación con imágenes personales, y posteriormente dibujándolas meticulosamente sobre papel, construye una lectura personal que sirva como punto de partida para la reflexión, sin renunciar por ello a la expresividad del medio. Proyectos como A darwinian point of view, From an evolutionary perspective o Better humans tomorrow! reflexionan sobre la genealogía de ciertas teorías biológicas, cargadas de ideología, que persisten en la actualidad. Recientemente, en piezas objetuales como Apuntes para un arsenal o Zoomorfismo plantea cuestiones personales derivadas de la relación del ser humano con el resto de entidades vivas, dentro del contexto de urgencia respecto a la crisis medioambiental y del sistema productivo en el que nos hallamos. En otras piezas como Una Historia de lo natural, realiza una relectura de la historia de la biología, deconstruyéndola por medio del collage y generando una lectura a-lógica, no narrativa y personal de su propia idea de los momentos y personajes históricos relevantes en la historia de la biología.
A continuación adjuntamos el punto de vista clarificador de Laura Benítez sobre Una historia no tan natural:
Una historia no tan natural invita a tirar de los hilos y desenmarañar el ovillo de significados articulados a lo largo del relato histórico occidental. La narrativa de la llamada historia natural nos ha presentado a la naturaleza como un otro, ese algo exotizado y peligroso al que nos hemos aproximado a través de dioramas, a través de secuestros, asesinatos y taxidermia, a través de una perspectiva colonial que ha legitimado la cosificación de todos los agentes implicados hasta conseguir una escenografía del origen, donde la naturaleza queda (re)presentada como constructo. Es precisamente, en este contexto profiláctico de naturaleza construida donde Ernesto Casero nos ofrece una aproximación a la historia de la biología, una historia poblada de determinismos que han defendido la “dimensión natural” de las jerarquías existentes en términos de raza, género, especie y división del trabajo.
Ernesto Casero confronta a través de sus piezas la narración épica de la historia de la biología, así como las epistemologías masculinistas y las políticas del resurgimiento como herramientas fundamentales de la legitimación del capitalismo y su pretendido “orden natural”. Una historia no tan natural articula cuestiones, sin pretender generar una respuesta, sobre cómo la naturaleza ha sido construida, sosteniendo a su vez las propias contradicciones a las que se enfrenta el artista, jugando, desde una perspectiva poética, con la falsabilidad de la hipótesis. A partir del dibujo como herramienta de un pensamiento otro, no logocéntrico, Ernesto Casero nos ofrece una multiplicidad de disparadores que, a través de la ironía, ponen la tensión en las construcciones hegemónicas de la biología.
Una historia no tan natural plantea la posibilidad de generar otros relatos no escritos sobre la historia de la biología, articulándolos desde la propia imagen como apertura de posibilidad. Esta concepción de una imagen que presenta, y no únicamente representa, la encontramos también en la pieza que establece un juego dialéctico con el título de la exposición. Una historia de lo natural, compuesta por doce dibujos, parte del collage como combinatoria donde la lógica, presente en las narrativas hegemónicas, no siempre opera, ofreciendo así una multiplicidad de perspectivas que dificultan el manido anhelo de una uniformidad teórica en lo respectivo al pensamiento científico y las configuraciones culturales.
El material con el que trabajamos está siempre contaminado de principios, prejuicios y presupuestos, por lo que toda articulación teórica siempre se verá desbordada por el dinamismo de lo existente.
Laura Benítez Valero